Este pequeño pueblo posee una bella iglesia barroca construida en el siglo XVII con el esfuerzo de sus vecinos. En el exterior presenta un gran pórtico de tres arcos que alberga la portada barroca pero sobria. Su planta es de tres naves con crucero y capilla mayor. Las cubiertas consisten en bóvedas de medio cañón con lunetos y para el crucero una cúpula sobre pechinas y linterna. En uno de los brazos del crucero se abre una gran capilla cubierta pos bóveda elíptica. Otro elemento reseñable son las pinturas de las pechinas de la cúpula, que representan a los cuatro Evangelisatas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
El ayuntamiento, enlazado a la iglesia, se asienta en un antiguo y bello edificio con pórtico de tres vanos, pinturas murales y un bello alero aragonés
La casa señorial de los duques de Medinaceli se edificó en el siglo XVI, pero ya en tan pronta etapa presenta un frontón partido, anunciador del Barroco, en uno de sus balcones. El gran alero está formado por bellos canes de tradición aragonesa. Sobre la sobria portada de medio punto se sitúa un escudo señorial que habla de la alcurnia de los antiguos dueños del palacio.
